
El cannabis es una de las plantas más debatidas y, a la vez, más incomprendidas. Con la creciente investigación y la legalización en distintos lugares, cada vez más personas lo usan para aliviar el dolor, reducir la ansiedad, mejorar el sueño y, en general, sentirse mejor.
Pero, si eres nuevo en este mundo, puede ser difícil saber por dónde empezar.
¿El Cannabis Ayuda o Empeora la Situación?
Este es un debate que no se resuelve con un simple sí o no. Para algunas personas, el cannabis es un gran alivio contra la ansiedad. Para otras, es un detonante de paranoia y nerviosismo. ¿Por qué pasa esto? Bueno, la respuesta está en la química del cannabis y en cómo interactúa con cada organismo.
La planta del cannabis no es solo THC y CBD, aunque estos sean los compuestos más conocidos. El THC es el que te hace sentir “colocado”, pero también puede acelerar tu ritmo cardíaco y alterar tu percepción, lo que para algunas personas resulta incómodo o incluso aterrador. En cambio, el CBD no es psicoactivo y tiene un efecto relajante que muchas personas usan para calmar la ansiedad sin miedo a los efectos del THC.
Pero no es solo cuestión de compuesto, sino de cuánto y de en qué formato. Tampoco reaccionamos igual según nuestro estado mental en ese momento: si ya estás ansioso, una dosis alta de THC puede intensificar la sensación en lugar de calmarte.
¿Cómo puede ayudar el cannabis con la ansiedad?
Mucha gente encuentra en el cannabis un aliado para el estrés y la ansiedad. Especialmente cuando usan productos con un balance adecuado entre THC y CBD, o simplemente CBD puro. Se ha visto que el CBD ayuda a relajar el cuerpo y la mente, favoreciendo un estado de calma sin los efectos secundarios de algunos ansiolíticos tradicionales. Además, para quienes tienen problemas de sueño o pérdida de apetito a causa de la ansiedad, el cannabis puede ser un buen regulador.
¿Y cómo puede empeorarla?
Por otro lado, hay quienes sienten que el cannabis les juega una mala pasada. Una dosis alta de THC o una variedad que no es la adecuada para ti, puede terminar haciendote sentir el corazón acelerado, pensamientos caóticos y una sensación de pérdida de control. Para algunas personas, esto puede traducirse en un ataque de pánico.
Otro factor a tener en cuenta es el uso prolongado. Hay quienes se acostumbran a depender del cannabis para manejar su ansiedad, lo que puede convertirse en un problema si, al dejarlo, los síntomas regresan con más fuerza. La clave está en encontrar un equilibrio y en escuchar a tu cuerpo.
¿Entonces, deberías probarlo?
Si te interesa el cannabis como alternativa para la ansiedad, lo mejor es empezar con cautela. Opta por dosis bajas, productos con alto contenido de CBD y, sobre todo, presta atención a cómo reacciona tu cuerpo. Muchas personas encuentran que microdosis de cannabis son suficientes para relajarse sin efectos adversos. Y, si tienes dudas, siempre puedes consultar con un médico o especialista en cannabis.
Aviso: La información en este blog es educativa y no sustituye el consejo médico profesional. Antes de usar cannabis con fines terapéuticos, consulta con un especialista.